Para la realización de los distintos trabajos catastrales es necesario la obtención de fotografías de los inmuebles estudiados. Las fotografías deben lograr la máxima descripción del inmueble, tanto a nivel constructivo como compositivo, prescindiendo del análisis de elementos accesorios que no aportarían información relevante sobre la categoría o estado de vida del mismo.
Las fotografías pueden hacerse con una cámara digital, aunque normalmente se hacen mediante la aplicación GEOCAT, un software propio, y con una Tablet que permite georeferenciar las fotografías para evitar posibles errores y agilizar la asignación a sus respectivas referencias catastrales.